Opinaría, si hablase, opinaría, de todo, de lo que le gusta y de lo que no le gusta. El problema es que a partir de ya hay que enseñarle los argumentos para que razone unas cosas y otras.
No se puede decir que algo no te gusta, o no es bueno, sin razones que lo demuestren.
Salvando los gustos y las ideas de cada cual.
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